"El paraíso confortable y el coto de los terratenientes, los capitalistas y los curas. Como la tierra hace su revolución anual, así estamos seguros de que el gobierno belga hace su masacre anual de trabajadores."
Con este breve comentario, describia Karl Marx a Belgica, allá por 1869. Hace unos días recordábamos que nos dejaba hace 140 años. Estas palabras, como muchas otras, aún siguen estando de actualidad tal y como hemos podido ver durante este mes de marzo. Un viento de protestas y artazgo recorría este pequeño país. Durante toda una semana se han estado llevando a cabo manifestaciones diarias para denunciar las condiciones laborales y económicas que se están sufriendo.
A principios del mes de febrero se conocía el calendario de la semana de acciones. Con ellas, los sindicatos quieren denunciar la infrafinanciación y la falta de personal en varios sectores:
- La jornada del 6 de marzo fue dedicada a las pensiones.
- El martes 7 de marzo a los servicios de emergencia, con los bomberos a la cabeza.
- El 8 de marzo, con motivo del Día Internacional de los Derechos de la Mujer, la CGSP se unió a la FGTB para defender los derechos de las mujeres y se convocaron paros y huelgas en diferentes sectores. Esta huelga que fue secundada por la red de transportes bruselense que redujo considerablemente la afluencia de sus líneas ayudando a dar visibilidad a las reivindicaciones.
- El 9 de marzo, el frente común sindical distribullo folletos entre la población para sensibilizarla sobre la importancia de los servicios públicos.
- Por último, como gesto final, la CGSP organizó una huelga de 24 horas el viernes 10 de marzo en todos los servicios públicos: administraciones, transportes públicos y la cadena de televisión y radio belga RTBF.
Por otro lado, esta semana de movilización sindical se vio seguida de la lucha de los trabajadores del supermercado Delhaize. La multinacional quiere convertir alrededor de 125 supermercados. En estos momentos los empleados llevan una semana en huelga ya que la empresa se niega a retroceder en su plan. La franquización del Delhaize supondrá a sus empleadas.
- La pérdida de un 25% de su salario actual,
- De todos sus años de antigüedad,
- De los cheques comida,
- La paga extra, el reembolso de sus gastos de desplazamiento...
Desde el PCE de Bélgica – Núcleo Facundo Hernández nos solidarizamos con las movilizaciones que están afectando a los principales pilares de nuestra sociedad, como son los servicios públicos o las trabajadoras en los supermercados. Es un claro ataque y desprecio del gobierno a la clase trabajadora que ha estado haciendo funcionar el país durante al crisis del Covid y que sigue haciéndolo en los momentos de crisis e la inflación. Su trabajo no está siendo valorado y nos unimos a sus peticiones.