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Memoria Feminista-Remedios Blanco

5 de Marzo de 2021

Remedios nació en el 1950 en Huelva. Describe a su madre como una mujer valiente que trabajó cuidando de su familia y su casa. Su padre trabajó como minero en Riotinto y estuvo siempre implicado en la lucha política y sindical. Participó activamente en una larga huelga que le costó su puesto de trabajo y más tarde emigra con toda la familia a Alemania en tiempos de dictadura franquista. A los 15 años, Remedios llega a Alemania dónde se pone a trabajar en un taller de costura. Ésta sería una de sus muchos trabajos, llegando a trabajar 2 años para el Partido. Mientras seguía trabajando estudió Turismo por las noches. Ahora, ya jubilada, está en España desde hace 3 años.

 

Remedios Blanco en la actualidad

 

*La siguiente transcripción, del vídeo que se ha filmado, ha sido ligeramente modificada con el propósito de facilitar su lectura. En ningún caso se trató de un cambio de contenido, sino por facilitar su lectura. *

 

Hola Remedios buenos días, ¡gracias por dedicarnos tu tiempo!

Hola buenos días, Pilar, ¡un saludo a todos los camaradas!

Tenías 15 años cuando llegaste a Alemania, en el 65, y 17 cuando ingresaste en el Partido. ¿Por qué te afiliaste al Partido?

Mi trayectoria dentro del Partido va casi desde que nací por la militancia de mi padre. Simplemente por aquel entonces no lo sabía. Cuando fui a Alemania contacté con las personas que allí vivían, con el resto de los compañeros, porque yo quería pelear en contra de Franco, tenía mis ideales y el único partido que existía era el PCE. A mí me convenció y entré con 17 años. Me encontré allí a mi padre, dentro, porque entonces no se sabía quién militaba y quién no. Después de más de 50 años sigo militando y muy contenta porque ha sido mi escuela, mi universidad, parte de mi vida y lo sigue siendo. Yo creo que fue un gran acierto haber entrado en esta organización.

¿Cómo fueron esos primeros años de tu militancia? ¿Había conciencia política en tu entorno?

Cuando yo entré estaban las células, eran muy pequeñas, todavía teníamos nombres ficticios y no se interesaba una por saber nada de los demás por si en algún momento volvías a España y te cogían. Si no sabías pues no hablabas y si sabías pues hablabas. Por lo tanto mi entorno era muy combativo. Hay que decir que la emigración económica que vino aquí a Alemania realmente estaba muy politizada, tenía muchas ganas de luchar y cualquier cosa que se hacía se acudía masivamente.

Claro hay diferencia. Ese tipo de emigración no tiene nada que ver con la que se vive ahora.

No, no tenía nada que ver también por otra cuestión. Tened en cuenta que ahora viene la tercera ola de la emigración: la emigración política, la económica y ahora la de cerebros porque los chavales vienen mucho más preparados, los medios de comunicación son diferentes,...  Ten en cuenta que cuando nosotros llegamos aquí en el 65 no había ni teléfonos ni nada, había un aislamiento total. Simplemente como anécdota te cuento que un pueblo que fui en una montaña lo veía como un pueblo fantasma. Acostumbrada a una Andalucía con tanta vida e ir a un pueblo donde no había nadie y solo veía pasar un par de coches... Incluso me levantaba los domingos y me iba a la puerta de la iglesia para ver a gente. ¡Fue un shock cultural! También digo que ha tenido su parte positiva, entre ellas haberme podido desarrollar, conocer a mucha gente y tener una vida muy plena dentro de este partido.

Desde luego ahora no tiene nada que ver, ahora es todo mucho más fácil. ¿Actualmente sigues militando activamente en el Partido, verdad?

Sí. Yo ahora estoy aquí en Huelva, oficialmente sigo dada de alta en Alemania pero ya voy a trasladarla aquí a Huelva. Mi militancia ahora ya no es tanto en lo que es la organización del Partido sino en los trabajos que estamos realizando aquí. Como comunista que soy de la vieja guardia, esto de hacer proselitismo, esto de organizar a todo el que pueda alrededor de actividades sociales o políticas pues esta ahí. Yo he venido aquí hace tres años y aquí ya está organizada IU, una asociación protectora de animales y ahora en la que más activas estamos es en una asociación multicultural con los inmigrantes que ahora con el incendio que ha habido aquí en Palos estoy muy atareada... por eso disculpadme que me presente aquí sin prepararme. Y sigo bastante activa porque la función de una comunista no es solo trabajar dentro del Partido sino que es organizar la sociedad para con ella cambiar las cosas.

Está muy bien que señales eso, que ser comunista no es ser solamente dentro del Partido. Como mujer, ¿es difícil militar en una organización política como el PCE? ¿Hay contradicciones?

Yo no creo que haya contradicciones porque en definitiva dentro y fuera del PCE llevan la misma lucha en contra del machismo. Ahora yo creo que ya estáis un poco mejor. Pero cuando yo comencé a militar, al principio muy calladita escuchando lo que decían pero al poco tiempo era una guerra, particularmente con mi padre. Él era muy comunista pero también era un minero machista de mucha categoría. Entonces la lucha va paralela, no hay diferencia. Lógicamente dentro del Partido te encuentras con personas que tienen más conciencia y entienden que si se quiere una sociedad sin oprimidos, no se puede seguir oprimiendo a la mujer. Pero vamos, que seguían siendo una minoría. Lo digo porque hemos tenido muchas, muchas, muchas dificultades y hemos tenido que patear muchísimo dentro del Partido (y fuera de él también) para que haya un mínimo de reconocimiento y se nos valore. Y lo dicho, hemos tenido que pelear y no sé si viene a cuento un par de anécdotas muy ilustrativas del derroche que ha habido al no aprovechar las capacidades de las mujeres cuando han sido realmente la espina dorsal y de lo esencial dentro del Partido para sostener la organización. Aunque no fuesen a las calles a repartir el Mundo Obrero eran las que sostenían todo lo demás, en particular, sacar dinero para mandar a España (que eso era también una de las funciones del Partido en la emigración). Una anécdota, en momentos difíciles, cuando hubo un intento de fraccionar del Partido por parte de Ignacio Gallego. Teníamos un compañero de estos fuerte que nunca salía rendido pero ante la presión que tenía por las dos partes, en una asamblea él se levantó y dijo que no aguantaba más y que dimitía. Y su mujer, era una compañera muy tranquilita que siempre estaba al frente de todo, donde se le llamaba y donde no se le llamaba. Cuando él se levantó muy enfadado diciendo que dimitía del Comité, se levantó ella, lo cogió por los hombros, lo sentó y le dijo “Tú no dimites. Aquí mientras no se arregle el problema, ¡no dimite nadie!”. Nos quedamos sorprendidos porque realmente ella no era nunca de las que había superdestacado en cuanto a discutir pero ¡qué ideas más claras tenía y qué conciencia! Yo creo que eso son lecciones y repito el desaprovechamiento de las capacidades de las personas porque seguro que ella hubiera dado tanto de sí si hubiera tenido posibilidades. Otra anécdota muy ilustrativa para que veamos el machismo tan recalcitrante que había también dentro del Partido. Cuando íbamos ya en los años 70, íbamos ya a salir de la ilegalidad, queríamos crear grupo, salir hacia afuera, con muchas más mujeres. Y la verdad es que teníamos muy pocas que fuéramos protestonas, fíjate tú que de una organización muy grande solamente tres fuimos capaces de romper el techo de cristal y tirar "pa' lante". A las demás me las tenían haciendo tortillas, la intendencia que se llama. Se nos dijo que teníamos que hacer una célula de mujeres, nos pusimos 5 e hicimos una célula de mujeres. Yo era la Responsable Política, la de Finanzas os comento que era analfabeta y no sabía leer ni escribir, que aprendió allí en Alemania, entre otras cosas que hacíamos allí también, pero sabía muy bien de donde y cómo sacar dinero para ayudar al Partido. Se llegó a una Asamblea Informativa donde cada grupo tenía que informar de lo que había hecho. Habíamos metido a doce mujeres, entre ellas a tres catedráticas dentro del Partido, habíamos conseguido de tener el contacto con un montón de mujeres y con grupos feministas de Frankfurt y habíamos conseguido reunir en seis meses 10.000 marcos (más de 5.000 euros) para la campaña de los 30 millones para Mundo Obrero Diario. El responsable político se enfadó tanto que en vez de aplaudirnos como todos los demás nos reprochó que, aunque habíamos hecho muchas cosas no habíamos vendido ni un ejemplar del Mundo Obrero. Esto lo pongo simplemente como ejemplo para que nos demos cuenta de las dificultades que hemos tenido las personas alrededor de los 70, de batallar dentro del Partido. De todas formas, en el Partido yo creo que no solamente ha merecido la pena, yo creo que hemos aprendido tanto: a pensar, a ser democráticas, a ser tolerantes, a tener compañerismo,...  Ha sido nuestra escuela y nuestra universidad. Una de las mejores cosas de mi vida ha sido haberme encontrado con el Partido.

¿Tú crees que ha cambiado un poco la relación del Partido con las mujeres? ¿Cómo te sientes ahora? ¿Cómo te tratan? Porque antiguamente ya hemos visto lo que nos has contado pero... ¿ahora ves mucha diferencia?

Ahora en el Partido claro que hay mucha diferencia. Primeramente ya no se cuestiona que haya mujeres en la dirección. Yo sé que hay quién dice “Tú estás ahí por la cuota” pero no, no lo creo, la que está ahí no es por la cuota, es porque vale. Vale seguramente más del doble de los que algunos que están ahí con ella. El problema está en que no se valora, porque hay ese entender de que la mujer tiene que comportarse como un hombre y no se dan cuenta de que las mujeres somos diferentes, por supuesto. Y que nosotras aportamos otra serie de valores a la sociedad, de formas de ser, que no lo aportan los hombres. Por lo tanto tiene que haber un reconocimiento de que somos diferentes y de que tenemos que ir juntos. Entonces sí es más fácil, porque ya no se atreven a atacarnos directamente. Antes se veía tan normal y ahora ya no se permitiría que en una asamblea salgan y se sienten cinco o seis hombres en la presidencia y que no haya ninguna mujer. Vamos a ver, todo eso ha ido cambiando y sin querer pues también vamos cambiando las mentalidades. Y además, porque la mujer de hoy no es la mujer de antes. La mujer de hoy es una mujer que se ha criado mucho más emancipada, una mujer que tiene mucha más cultura, una mujer que tiene que estar acostumbrada y ya no se plantea como la meta de su vida casarse y tener hijos, y esa es mi meta, sino que eso es un complemento si se da pero que la mayoría lo que quiere es trabajar, mantenerse ella misma, y claro, eso da una seguridad que no tenían, o no teníamos, las anteriores, aunque yo no me incluyo porque yo si empecé a trabajar chica, pero me refiero ya incluso a las anteriores a mí. O sea, que si que ha cambiado. Pero desde luego no estamos del todo bien. O sea, en el partido durante mucho tiempo vamos a tener que seguir peleando porque el partido es un reflejo de la sociedad, de personas más conscientes, de personas que quieren cambiar más cosas, pero en el fondo, fondo del todo, somos también un reflejo de esta sociedad, y si esta sociedad es machista, pues en el partido va a seguir habiendo machismo, lo queramos o no queramos, no se dirá abiertamente, pero en el fondo está. Y se nota, bueno, por las reacciones que hay algunas veces a la hora de leer cualquier compañera, como se le mira, se le da tres vueltas antes de decir pues sí, mientras que los hombres, se presenta uno y ahí tan pancho está. Yo creo que con eso tenemos que ser valientes las mujeres y decirles pues lo que yo les decía a muchos, porque si, a mí ya no me afecta mucho porque yo ya como soy mayor y estoy acostumbrada a decir las cosas como las siento, y no tengo úlceras en el estómago porque siempre he dicho lo que he sentido. Por lo tanto, decirle pues mira, si tú quieres que yo te diga todas las faltas que yo te veo a ti, y todos los inconvenientes que yo veo en que tú ocupes ese puesto pues también te lo digo, y ya está. Ser valiente, hay que ser valiente y confrontarse, no tener miedo a nada, ¿por qué vamos a tener nosotras? Nosotras tenemos todo por ganar y poco por perder, así que para adelante le digo a las más jóvenes, venga, para adelante.

Eso es estupendo. Y la relación tuya con otras mujeres, con otras camaradas dentro del partido ¿cómo ha sido? ¿cómo es? ¿Tu crees que existe sororidad dentro de la organización?

 

En mi experiencia propia, mi experiencia personal, sí. Y mucha. Yo os puedo decir que no éramos muchas dentro de la organización del PCE en Alemania, donde llegó a tener casi 1.500 militantes, o sea que hubo bastantes y fue una organización muy importante. Y yo puedo decir que en cualquier asamblea que hubo, en cualquier conferencia que hubo, lo que se planteaba o lo que planteaba, en nombre de otras mujeres también sin lugar a duda porque estábamos coordinadas y teníamos nuestros grupos, siempre conté con el respaldo del 99,9% de las mujeres. O sea, si hubo compañerismo, complicidad, sororidad y lo que puedo decir de verdad, es que nos ayudamos mucho, o sea, que eso es un mito y un cuento de que ¡Ay las mujeres que se pelean entre ellas! No es verdad, eso es un cuento que nos quieren hacer creer, y lo triste es que algunas mujeres incluso se lo creen. Nosotras lo que pasa es que somos mucho más expresivas, nosotras somos mucho más sinceras que los hombres, ellos tienen miedo a sincerarse unos con otros, mientras que las mujeres, cuando cogemos un poco de confianza, hablamos con el corazón. Por lo tanto, sí somos diferentes. Yo mi experiencia es muy buena, y sigo manteniendo relaciones con mis camaradas, con montones de ellas hace un montón de años, y seguimos muy contentas de habernos conocido.

Y el término sororidad, ¿crees que es lo mismo que la camaradería, o tenías una relación diferente con los camaradas hombres y con las mujeres?

A ver, es que son dos cosas, vamos a ver. La sororidad, venía también de las mujeres, porque es que nos entendíamos. Y había un apoyo, había un apoyo de unas a otras porque es que entendíamos la problemática. Yo no digo que los hombres tengan mala intención, pero es que no la entendían. La problemática de las mujeres, los hombres… ellos pueden entender como yo siento, pero no lo pueden sentir. Y esa es la diferencia porque las mujeres nos entendíamos mucho mejor y sin tener que hablar tanto. Yo he tenido muy buenas relaciones, con muchos camaradas, y camaradas que como ahora igualmente, que han apoyado esto al 100% y que incluso no entendiendo muchas cosas decían, esto es necesario y tiramos con ello para adelante. No es lo mismo, yo creo que la sororidad es muy muy importante, y que tenemos que entender que sí, que entre hombre y hombre hay compañerismo, pero es que es diferente.

Estoy totalmente de acuerdo contigo, y lo que has dicho de “Ellos pueden saber cómo nos sentimos, pero no sienten como nosotras”, a mi me parece eso clave. Me encanta. ¿Cómo se trabaja el feminismo en una organización como el PCE, que es algo mixta, que es de hombre y mujeres? Y ¿tú crees que las mujeres necesitamos luchar también fuera del partido en organizaciones específicamente feministas o crees que con el trabajo feminista dentro de una organización como el PCE es suficiente? ¿Cómo lo ves?

El PCE no es un fin en si mismo, y el feminismo tampoco es un fin, es un medio para, para desarrollar los derechos de las mujeres y conseguir los derechos. En el PCE lo que nos corresponde es reunirnos las mujeres, discutir toda esta temática, pero donde tenemos que ponerla en práctica es en el movimiento feminista con las otras mujeres. La función del PCE es organizar a la sociedad en todos los estamentos e ir avanzando, y nosotras la ventaja que tenemos es que, al ser marxistas, analizamos y tratamos de darle una perspectiva a largo plazo a todo este movimiento. Claro que tenemos que trabajar fuera. El PCE no puede ser un grupo feminista, nosotras participamos como comunistas en todos los sitios, discutimos dentro del PCE nuestro trabajo, nuestras estrategias, como lo vamos a llevar,... pero el trabajo está con las masas. Igual que el movimiento obrero, y eso te lo tengo que decir, que en el PCE se ha dejado durante mucho tiempo muy abandonado, lo que han sido los sindicatos. El sindicato son los representantes de los trabajadores, pero el partido discute dentro de sindicalismo y lleva sus ideas, tiene que llevar sus ideas a los sindicatos. O sea, pues igualmente las mujeres, las mujeres estamos en el partido y esa aportación la tenemos que hacer nosotras, porque no se van a ir los hombres al movimiento feminista. Eso nos corresponde también a nosotras.

Muy interesante que hagas esa reflexión, porque es lo que sentimos muchas, aunque la teoría dice que debería ser suficiente, la lucha comunista, para la mujer. Pero lo que observamos las mujeres es otra cosa. Y es lo que acabas de comentar.

Yo me he desarrollado dentro del partido. Porque a mí, en vez de meterme en grupos o asociaciones como otras, me encargaron de la organización del partido y de organizar las cosas. Que a mí me gustaba más trabajar hacia afuera, pero bueno, me tocó por dentro, yo soy muy disciplinada, a trabajar donde me mandaban. Pero de todas formas, ¿qué función tiene el partido? Pues si el partido tiene la función de organizar, de dar perspectiva, y de cambiar esta sociedad, tenemos que hacerlo con el pueblo, tenemos que hacerlo con las organizaciones de fuera, tenemos que hacerlo con toda la gente, nosotros no vamos a cambiarlo solos. Nosotros vamos a acompañarlos, nosotros vamos a darles perspectiva, un partido comunista tiene sentido, y no importa en qué frente, tiene sentido de analizar, de sacar hacia fuera esas ideas, y de intentar en la sociedad ganar la hegemonía, que ese es el problemón que tenemos, que la derecha nos ha ganado la hegemonía y ha ganado la hegemonía pues estamos ahora estamos aquí intentando abrir brecha a ver cómo nos hacemos oír, entonces, no sé qué sentido tiene que es suficiente. No. Eso no es suficiente para ir a una reunión y decir, yo soy del partido comunista, como feminista y aporto esto, si, de acuerdo, pero lo mejor sería como pasó aquí con la coordinadora feminista de Huelva que hicimos iban 5 o 6, que eran comunistas pero que iban en nombre de diferentes organizaciones, ¿por qué?, pues porque estaban trabajando dentro. Y como estaban trabajando dentro pues eran comunistas o unas de Izquierda Unidas y otras comunistas, y van allí como, al margen de la que iba allí en nombre del PCA, iban en nombre de las asociaciones en las que ellas trabajaban. Y no hay otra función. Por lo menos yo no la veo eh, y ya llevo muchos años de militancia.

Entonces, a pesar de eso, ¿tu recomendarías a otras mujeres militar en el partido, por encima de otras organizaciones para defender sus derechos como mujeres y luchar contra el patriarcado?

Absolutamente sí, por una cuestión muy esencial. Porque si el feminismo se vive y se trabaja en la calle, los laboratorios,... para profundizar en todo este tema, tenemos que hacerlo dentro de un partido marxista que analice la realidad, que vea por donde vamos, para dar de verdad, por lo menos ideas de las que pensamos, recogiendo las de fuera y aportando las nuestras, de encauzarlas para abrir la perspectiva, de que pueda haber un cambio. ¿Por qué lo digo? Pues por que nosotros nunca, o no deberíamos por lo menos, hacer las cosas improvisadas. Nosotros sabemos dónde queremos ir y tenemos que ir poniendo y haciendo, y es escalando, poco a poco, y todas, cada paso que demos tiene que ir entrelazado en el siguiente que queremos dar. No podemos nosotras hacer algo ahora y esto termina. No. No termina. Esto es un escalón más dentro de la escalera que vamos subiendo para cambiar esta sociedad, que es lo que queremos. Por lo tanto, es muy importante, necesario, que personas implicadas, que analicen, que haya grupos, o sea, que haya muchas mujeres, para que esto avance. Y eso tiene que ser dentro de un partido que sea marxista. Y eso no lo hacen otras organizaciones.

Totalmente de acuerdo contigo. Como mujeres comunistas ¿cuál es nuestro papel hoy en día? ¿ha cambiado en los últimos años?

Si, si ha cambiado, ha cambiado bastante. Pero vamos que sigo diciendo, que ha cambiado pero que sigue habiendo muchas incomprensiones y sigue habiendo bastante machismo dentro de las organizaciones políticas y también dentro del PCE. Vamos a intentar superarlo y vamos a batallar porque esto realmente cambie porque esto iría en beneficio de todos. Y en particular de cambiar la sociedad.

Me refería más al exterior, no ya como mujeres dentro del partido sino como mujeres comunistas hacia el exterior. Peor bueno, un poco lo que comentabas, que…

Hacia el exterior, yo pienso que sí, que nosotras tenemos que seguir jugando el papel y seguir potenciando y organizar todo lo que podamos organizar para que avance y que sea progresista. Todo lo que una, si, si somos capaces de organizar a mucha gente, en muchas asociaciones, en muchos frentes de trabajo, en muchas luchas… lo que está claro es que tendríamos luego la función de sentarnos y mirar dónde se está peleando, cómo la organizamos, cómo la coordinamos y cómo tiramos, ya de forma más conjunta con todo para adelante. Bueno, esta es un poco la esencia nuestra, por lo tanto, trabajar fuera y yo creo que este siglo, que decía una compañera “Es que parece que van para atrás”, no vamos para atrás, que yo ya vengo de muy atrás, digo no, este siglo va a ser el siglo de las mujeres, quieran o no quieran. Y además lo digo, incluso con personas o con mujeres que no tienen nada que ver con nuestra ideología, es que donde una mujer se pone, todo va mucho más efectivo, mucho más tranquilo, hay mucho menos ego, mucha menos pelea y pongo por ejemplo pues la… ¿Quién ha llevado mejor todo lo del COVID en el mundo? Pues la presidenta de Nueva Zelanda, ¿quién ha tranquilizado aquí a muchas? Pues otra, y puedo nombrar incluso a la Merkel, que fíjate lo que yo tendré con ella… pero eso no importa. Pero que estoy convencida que, si en vez de Merkel es un hombre, también hay una diferencia. Aunque haya salido otra por otro sitio que haya sido más machista que los machos, eso son ya más excepciones. Yo creo que la regla es que este siglo es nuestro y que vamos a seguir peleando y vamos a seguir fortaleciendo al partido que yo creo que durante mucho tiempo se ha dejado por “h” o por “b” se ha dejado un poquillo abandonado el tema.

Ya, que podemos decir que las mujeres hemos sido y seguimos siendo esenciales en la lucha contra la opresión capitalista, contra la opresión patriarcal… ¿podemos decir eso no?

Sin lugar a duda. Hemos sido esenciales y vamos a seguir siendo esenciales. Porque sin nosotras, y ahí tenemos toda la razón del mundo, sin nosotras el mundo no funciona, y lo único que tenemos que hacer es entender y comprender que somos importantes, que nosotras lo hundimos en cuanto hagamos una huelga solamente de cuidados. Somos las súper esenciales. Además, esta pandemia pienso que se ha puesto de manifiesto ¿Quienes han sido las que han estado en más de 2/3 en los frentes más peligrosos? Pues han sido las mujeres. Y ahora se ha visto que los trabajos más simples son imprescindibles, que los trabajos tan súper cualificados, pues que eso en este momento, en momentos difíciles no los ha necesitado casi nadie. Que han necesitado los trabajos cotidianos, normales, corrientes, de personas sencillitas, que pensábamos o que pensaban muchos que no aportaban nada.

Pues lo has dicho todo. Yo creo que solo te puedo agradecer que hayas sido tan expresiva, que has tocado todos los temas importantes. Me encanta como te has expresado, como te has explicado… muchísimas gracias por tu tiempo, y bueno, podríamos estar hablando horas, pero vamos a dejarlo aquí. Muchas gracias, Remedios.

Gracias a vosotros por permitirme por lo menos transmitir un par de experiencias que una va siendo mayor, por si os sirven de algo. Yo encantada de hablar con vosotros y deciros a vosotros que estáis hablando de Alemania, mis muchos años en la emigración que han sido cincuenta y tantos, he estado prácticamente en todo y que también lo digo, que las que mantuvimos la vela del partido y de Izquierda Unida, en esos años difíciles, negros, después de la caída del muro en la que no se veía perspectiva de nada, en la que se desmoralizó mucha gente: fuimos tres mujeres. Hasta que vimos que vino la nueva emigración y con aquellos puntos que se abordaron con Podemos hicimos la primera asamblea y conocimos también ya a unos compañeros que al final fueron camaradas y se dejó a vosotros ya que cogieseis las riendas, con lo que estoy contentísima después de tantos años de haber un partido ahí otra vez organizado y siento que tengáis que estar en el extranjero pero en todos los sitios se hacen muchas cosas, así que un beso muy fuerte para todos y nada, Pilar, seguimos en contacto, ha sido un placer de haber estado hoy hablando contigo hija. Salud.

Pues muchas gracias, salud a todos. Salud.

Salud.

 

 

 

Categorías: Área de Feminismo Memoria Histórica Alemania

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