El pasado lunes 4 de marzo, el mundo puso toda su atención en Francia
En efecto, todas las miradas de las que luchan por los derechos de las mujeres giran hoy hacia Versalles, porque en este día se ha conseguido que la interrupcion voluntaria del embarazo se consagre en la Constitución francesa, pionera en el mundo, en un momento en que se cuestiona este derecho por conservadores y reaccionarios de toda la faz de la tierra, donde las feministas testimonian esta mañana de cómo este voto podía resonar en sus países.
Tras 18 largos meses de duras negociaciones, gracias a la lucha de parlamentarias y senadoras, así como de los colectivos feministas, con el legado constante de la activista y ministra francesa Simone Veil, que logró en 1975 la despenalización del aborto, y a pesar de haberse tramitado enmiendas en contra, que fueron rechazadas y de haberse tenido que retirar la redacción inicial, más ambiciosa, finalmente se reformuló el término del texto “ derecho” por “ libertad garantizada”, accediéndose así el voto masivo de las dos Cámaras a favor de la reforma constitucional, convirtiéndose Francia en el primer país en blindar el derecho en su Carta Magna.
En el contexto internacional, países como Chile intentaron introducir este derecho en su proyecto de nueva Constitución en 2022 pero fue rechazado en el referéndum. Cuba hace mención a los “ derechos reproductivos de las mujeres” en su Constitución. Sin embargo otros países como República Dominicana, Filipinas, Madagascar, Honduras y El Salvador, al blindar en sus Constituciones el derecho a la vida desde su concepción, deja sin efecto, sino prohíbe expresamente el derecho al aborto. En esta línea opuesta y de ataques a los derechos de las mujeres va la Corte Suprema de los EEUU, que falló a favor de terminar con la protección del aborto. Desde el año 2022 el derecho al aborto ha sido prohíbido en 26 estados. En Hungría este derecho también ha sido restringido, obligando a las mujeres a escuchar el latido fetal antes de interrumpir el embarazo.
En España, esta práctica también se ha llevado a cabo a instancia del partido de ultraderecha VOX, modificando los protocolos sanitarios en la Comunidad Autónoma de Castilla y León, coaccionando a las mujeres que deciden interrumpir su embarazo con atención psicosocial preferente ofreciéndoles escuchar el latido fetal y una ecografía 4D.
Polonia ha suprimido el derecho al aborto, salvo en casos de violación, incesto o peligro grave para la salud de la madre. En Argentina, el partido de Milei, ha presentado en el Congreso un proyecto para penalizar el aborto, con penas de hasta 3 años de cárcel para las mujeres que interrumpan su embarazo, pretendiendo derogar la ley de interrupción voluntaria del embarazo, que gracias a los movimientos feministas se aprobó en el año 2020. En Italia, el gobierno de ultraderecha de Meloni pretende modificar la ley estableciendo políticas para proteger la maternidad, ofreciendo alternativas a las mujeres que están pensando en abortar, con el objetivo de hacerla más restrictiva, y todo ello unido a la campaña favorecedora de la objección de conciencia en el personal sanitario que es muy superior al personal dispuesto a llevar a cabo interrupciones de embarazos.
Es por lo que es este orden internacional, la jornada de ayer en Francia fue un triunfo para todas las mujeres, el poder legislativo francés ha cumplido con las demandas feministas y por ello lo celebramos, pero la lucha no termina aquí, queda mucho recorrido en el mundo entero y ante las amenazas constante a los derechos de las mujeres no podemos bajar la guardia, no basta con blindar un derecho en un texto, es necesaria su consolidación en la práctica dotando a las mujeres de centros públicos que garanticen el servicio público y su protección.