El vacío sumiso
Juan López Páez
¿Por qué toleramos la amenaza de otra guerra mundial en nuestro nombre?
¿Por qué permitimos mentiras que justifican este riesgo?
La escala de nuestro adoctrinamiento, es un "acto de hipnosis brillante
incluso ingenioso y muy exitoso", como si la verdad
"nunca sucediera, incluso mientras sucedía"
Harold Pinter
El 18 mayo de 2023 ante el Consejo de Seguridad de la ONU, el Representante permanente de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia al asumir la Presidencia rotativa anual realizó la declaración: "Sobre el suministro de armas a Ucrania y sus consecuencias" donde expuso con clarividencia que: «los Estados occidentales insisten en que no toman parte en el conflicto, sino que “ayudan a Ucrania a defenderse”. Pero en realidad, es exactamente lo contrario. Occidente está librando una guerra de poder contra Rusia en Ucrania».
Denunció que está claro que Occidente “no está interesado en ninguna solución pacífica”. Señaló que así lo confirman las declaraciones de altos funcionarios occidentales. Por ejemplo, se refirió a las palabras del alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, quien afirmó que la paz en Ucrania podría alcanzarse fácilmente si cesara la ayuda militar, ya que Kiev tendría que rendirse en cuestión de días, pero insistió en que el apoyo debía continuar, ya que esa paz no serviría a los intereses de Occidente.
Y que: «las entregas de sistemas de armas cada vez más poderosos a Kiev, combinados con el intercambio de datos y el entrenamiento de soldados ucranianos en sus territorios, hacen que estos estados no solo sean partes en el conflicto armado con Rusia en virtud de las Convenciones de La Haya de 1907 sobre los derechos y obligaciones de las potencias neutrales en el ámbito naval. y la guerra terrestre, sino también cómplices de los crímenes de guerra de las fuerzas armadas ucranianas y los batallones nacionalistas»
Expresó su preocupación por la transferencia de poderosos sistemas de armas a Kiev, respecto de los objetivos del Occidente colectivo destacó que: «son evidentes para todos, los políticos occidentales no los ocultan. Y esto no son los principios de la moral y los más altos valores humanísticos, ni mucho menos. Al usar Ucrania como sitio de prueba, quieren alargar este conflicto, “hasta el último ucraniano”, con la esperanza de infligir una “derrota estratégica” a Rusia. Esto se basa en un deseo evidente de imponer su voluntad y sus llamadas reglas a todos.». Nebenzia, destacó la responsabilidad de los países occidentales en los ataques de Kiev contra la población civil y los atentados terroristas en el territorio ruso.
Acusó: «¿Cuántos de estos misiles (Storm Shadow, ADM-160B MALD) alcanzarán objetivos civiles? Después de todo, los ataques del régimen de Kiev contra la infraestructura y la población civil de Donbass son una realidad diaria. Donetsk ha estado bajo constante bombardeo desde 2014, y no pasa un día sin informes de bajas civiles. Los países occidentales son muy conscientes de esta práctica, pero en relación con estas ciudades nunca recuerdan ni la protección de los civiles ni las normas del derecho internacional humanitario. No se avergüenzan en absoluto de que estos golpes sean infligidos por las armas que han suministrado»
Según el diplomático, durante muchos años, "acciones sistemáticas y consecuentes por parte de EE. UU. y sus aliados para crear" en las fronteras con Rusia "una entidad “rusófoba”, nacionalista y neonazi han provocado una profunda crisis en el sistema de relaciones internacionales".
La OTAN ha llegado a la misma frontera a través de la cual el ejército de Hitler irrumpió en 1941, dejando más de 23 millones de muertos en la Unión Soviética. Ucrania es la primera línea. Ahora que Europa del Este y los Balcanes exceptuando Serbia, son puestos militares de la OTAN incluidos los países nórdicos recientemente, el último "estado tapón" fronterizo con la Federación Rusa es Ucrania.
Allá por mayo de 2014 a raíz del golpe de estado de 2014 en Ucrania, escribía el cronista John Pilger en The Guardian: «Al igual que las ruinas de Irak y Afganistán, Ucrania se ha convertido en un parque temático de la CIA, dirigido personalmente por el director de la CIA, John Brennan, en Kiev, con decenas de "unidades especiales" de la CIA y el FBI que establecen una "estructura de seguridad" que supervisa ataques salvajes. ataques a quienes se opusieron al golpe de febrero»
Reseñamos que, durante el Gobierno de Obama, la secretaria de Estado Adjunta para Asuntos Europeos y Euroasiáticos, Victoria Nuland, promovió activamente las protestas de grupos nacionalistas y neonazis en contra del gobierno legítimo de Víktor Yanukóvich en Ucrania. Nuland participó en la planificación de la trama y orquestó la “revolución” de la plaza Maidan para sustituir a Yanukóvich por una camarilla plagada de neonazis cuyo desenlace fue a la ascensión del nefasto Zelinski, hay material fotográfico que muestra como la entonces subsecretaria de Estado distribuía personalmente bocadillos y bebidas a los neonazis en la Plaza Maidan.
El lúcido Premio Nobel, Harold Pinter con "hipnosis brillante" se estaba refiriendo a lo que la cineasta nazi Leni Riefenstahl, llamaba, "el vacío sumiso" con sus películas para el público alemán, incluida la burguesía liberal y educada, en Occidente ahora respaldamos a los neonazis en un país donde los nazis ucranianos respaldaron a Hitler.
No se tiene en cuenta el alcance y la escala de la carnicería que ha provocado EEUU desde 1945 en todo el mundo, en gran medida no se conoce o no se recuerda y los responsables continúan dominando la vida política angloamericana, «Desde 1945, EE.UU. ha tratado de derrocar a más de 50 gobiernos, muchos de ellos elegidos democráticamente; interfirieron en las elecciones en 30 países; bombardearon poblaciones en 30 países; usaron armas químicas y biológicas; intentaron asesinar a líderes extranjeros».
