Crédit Suisse, demasiado grande para quebrar
Juan López Páez
En el contexto de la crisis financiera de 2008, el Crédit Suisse era clasificado como banco de importancia sistémica ("Too Big To Fail") para la economía a nivel global.
Los 30 G-SIB (Bancos de importancia sistémica global) son las instituciones financieras que los reguladores globales han determinado que son demasiado grandes para quebrar. Como tales, operan bajo estándares de capital y escrutinio regulatorio más estrictos.
Crédit Suisse formaba parte del grupo de los 30 grandes llamados «too big to fail» («demasiado grandes para quebrar») según el CEF (Consejo de estabilidad financiera), organismo creado para supervisar las reformas internacionales del sistema financiero tras la bancarrota del banco estadounidense Lehman Brothers que se creó tras la Cumbre del G-20 en Londres en abril de 2009 e integra a todas las economías importantes del G-20. Están presentes el BIS, Bank for International Settlements (Banco de Pagos Internacionales) conocido como el "banco de los bancos centrales"; el Banco Central Europeo; la Comisión Europea; el FMI; la OCDE y el Banco Mundial.
Un rescate puro y duro a la vieja usanza capitalista.
El proceso de desconfianza se agravó después de que el banco presentase sus cuentas del ejercicio 2022. En teoría el banco tenía el capital para evitar la catástrofe, pero el miércoles pasado, Crédit Suisse presionado por los mercados, con retiros récord diarios y sin sus principales accionistas ofreciéndole alguna solución de ampliación de capital, decide tirar la toalla y pide ayuda a nivel local al Banco Central Suizo (SNB) y a la autoridad supervisora (FINMA).
Tanto el Banco Central Suizo como el FINMA deciden inyectarle todo el dinero que sea necesario para proteger su necesidad de liquidez. La primera ronda la recibe el jueves pasado y será de 50.000 millones de francos suizos (CHF). Pero esto no calma a los mercados y el viernes siguen los retiros masivos y los CDS (Credit Default Swaps) siguen altísimos y apostando por una quiebra del banco.
CDS (Permuta de incumplimiento crediticio) son un producto financiero que consiste en una operación financiera de cobertura de riesgos, incluido dentro de la categoría de productos derivados de crédito. Desempeñaron un papel importante tanto en la Gran Recesión de 2008 como en la Crisis de la deuda soberana europea de 2010.
Los reguladores durante el fin de semana piensan en la única entidad que puede salvar a este gigante es su propio competidor el UBS. Finalmente, éste lanza una primera oferta de 1.000 millones francos suizos, pero es rechazada. Posteriormente hace otra de 2.000 millones y tampoco, al final el acuerdo se cierra en la compra por USD 3.230 millones. Parece que el trato a primera vista es bastante ventajoso para el UBS, ya que está pagando por ella un 62,5% menos de lo que cotizaba su último día de mercado. Hay más en este trato, el Banco Central suizo le asegura a UBS 100.000 millones francos suizos (CHF) de asistencia de liquidez, y no sólo eso, también le otorga una garantía de 9.000 millones CHF más para posibles pérdidas de los activos que UBS está asumiendo de Credit Suisse.
Los reguladores suizos eliminan 17.200 millones de dólares de los pasivos del banco, dejando a los tenedores de bonos sin nada. En el mundo normal de las fusiones y adquisiciones, eso no sería posible. Los tenedores de bonos son superiores a los accionistas, lo que significa que se les paga primero, y solo una vez que se les paga en su totalidad, los accionistas obtienen algo.
Los intereses de la estabilidad financiera internacional terminaron por prevalecer sobre los intereses de los accionistas. Los reguladores suizos obligaron a los dos bancos a unirse y dejaron en cero el tramo de los Bonos AT1, estos bonos se conocen como "convertibles contingentes" o "CoCos". Los inversionistas en este tipo más arriesgado de bonos de Credit Suisse con un valor de US$ 17.000 millones vieron reducido a cero el valor de sus títulos este domingo, después de que las autoridades suizas negociaran una adquisición de emergencia del banco por parte de su rival UBS, se suponía que se habrían convertidos en acciones si el banco tuviera problemas.
Los "Cocos" son instrumentos híbridos creados tras la crisis de 2008 y emitidos normalmente por entidades financieras para capitalizarse, suelen pagar un rendimiento (yield) bastante elevado, pero no exentos de riesgos.
Cuando un banco colapsa de acuerdo con su clasificación habitual en la jerarquía de capital, el impacto más duro en el acuerdo apresurado para salvar al asediado Crédit Suisse estaba reservado para los tenedores del tramo de bonos más arriesgado el Equity o Patrimonio Propietario: instrumento financiero de mediano/largo plazo. Equivale a la cantidad de dinero que recibirían los propietarios si se liquidaran todos los activos y se pagara toda la deuda de la empresa. Surge del concepto de dividir la propiedad de una compañía - es decir, los recursos invertidos en ella - en partes iguales, las que se pueden comprar o vender individualmente.
Duncan Mavin en The Washington Post refleja la lógica financiera: cuando un banco tiene demasiados problemas para arreglar, la única solución es romperlo o trocearlo. Vender todas las partes a los competidores. Gestión del cambio. Cambiar la cultura. Los tenedores de bonos y acciones serían eliminados, sí. Pero los depositantes y los clientes del banco saldrían relativamente ilesos, reduciendo el riesgo de contagio y limitando el costo del rescate.
Una larga historia de escándalos en los últimos años, que han tenido un alto coste tanto económico como de reputación para el banco, desde su implicación en los papeles de Panamá a condenas por espionaje o blanqueo de dinero. Incluso la entidad su nombre se ha vinculado al escándalo de las cuentas ocultas del rey emérito Juan Carlos I.
Su primer gran escándalo fue el conocido como caso 'Chiasso'. En 1977 se descubrió que varios trabajadores de la entidad habían creado años antes una sociedad en Liechtenstein que usaron para blanquear dinero procedente de Italia. El colapso de los "hedge fund" de Archegos Capital Management, con una exposición superior a 4.000 millones de euros. Los hedge fund son un préstamo de títulos, consistente en la cesión de acciones a terceros a cambio de una rentabilidad.
En 2014, el banco se declaró culpable de ayudar a estadounidenses a presentar declaraciones de impuestos falsas y acordó pagar US$ 2.600 millones en multas y restitución. En 2021 acordó pagar US$ 475 millones por un plan de soborno en Mozambique.
Se vio obligado a congelar en marzo de 2021 fondos financieros por valor de alrededor de 10.000 millones de dólares cuando la entidad británica Greensill Capital quebró después de perder la cobertura de seguro por la deuda emitida contra sus préstamos a empresas.
Las plataformas de inversión "Family office" encargados de gestionar el patrimonio de un único grupo familiar con elevado patrimonio, generalmente mayor a 100 millones de dólares redujo al mínimo su beneficio en el primer semestre de 2021. La quiebra del Family Office ya redujo al mínimo su beneficio en el primer semestre de 2021.
A fines de 2020 los fiscales suizos lo acusaron públicamente de delitos de lavado de dinero que tuvieron lugar entre 2004 y 2008.
En España el nombre de Credit Suisse también se ha vinculado a la investigación de las cuentas ocultas que el rey emérito Juan Carlos I tenía en Suiza. Los testaferros del ex monarca abrieron una cuenta de la Fundación Zagatka en el banco suizo desde la que se pagaron 5 millones de euros en vuelos en tres años con un fondo de una comisión por la compra del Banco Zaragozano por Barclays Bank en 2003.