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CANALES DE LA HEGEMONÍA NORTEAMERICANA EN LATINOAMÉRICA

30 de Octubre de 2022

CANALES DE LA HEGEMONÍA NORTEAMERICANA EN LATINOAMÉRICA

 

Juan López Páez

El término "proyecto hegemónico" se refiere a los esfuerzos para establecer y mantener una relación de subordinación basada tanto en la coerción como en el consenso. Durante el siglo XX los medios utilizados por EE. UU. para alcanzar este proyecto han sido principalmente coercitivos. Existe una vasta bibliografía para dar cuenta de la tradición intervencionista estadounidense en territorio latinoamericano, guiada por la Doctrina Monroe y sus subsiguientes corolarios utilizados para la justificación de la intromisión en los asuntos internos de los países de la región.

El geógrafo marxista Neil Smith1 señaló en 1984 que las raíces del desarrollo desigual se encuentran en los propios patrones de acumulación del capital. El capital se debate siempre entre una tendencia a la universalización y su necesidad de fijarse en sitios concretos que inevitablemente lo convierten en algo particular.

Durante la Guerra Fría, EE. UU. apoyó los regímenes autoritarios en el territorio latinoamericano con motivo de consolidar su estrategia para con la región y erradicar la implantación de regímenes comunistas. El involucramiento paulatino en las últimas décadas de la promoción de la democracia como herramienta para la proyección de su hegemonía da cuenta de un giro desde la utilización de medios coercitivos hacia otros de naturaleza, en teoría, consensuales.

Dominación basada en un consenso: la democracia.

Explica la intención de la promoción de la democracia en el Continente sudamericano por parte de EE. UU. en un dispositivo de intervención que encubra la misión de EE. UU. por ordenar el mapa político latinoamericano de acuerdo con sus propios intereses una vez abandonado el apoyo de dictaduras militares.

Lo hace bajo el supuesto de que los espacios vacíos de la democracia son ocupados por el crimen organizado, el caos social, el narcotráfico, terrorismo además del “populismo radical”, que según su criterio propagandístico vinieron a reemplazar el peligro del comunismo de la Guerra Fría.

En realidad, a diferencia de la década del 80, EE. UU. no trabajó realmente para fortalecer a las instituciones democráticas existentes, sino que ayudó a partidos y fuerzas políticas para desplazar a gobiernos populistas surgidos de las urnas, ya sea por golpes de estado fallidos: Venezuela (2002), golpes blandos o híbridos (Honduras, Nicaragua, Cuba y Bolivia), parlamentarios (Paraguay y Brasil), o por las urnas (Argentina, Uruguay y Ecuador).

La NED y la USAID son dos agencias norteamericanas claves del equipo de intervención e influencia de la potencia mundial en América Latina. Son un soporte importante de los actores de la oposición para desplazar a los líderes de centro izquierda, que reúne bajo la categoría de “populistas”, que fueron elegidos democráticamente.

Timothy M. Gill, profesor de sociología de la Universidad of North Carolina-Wilmington en “From promoting political polyarchy to defeating participatory democracy: U.S. foreign policy towards the far left in Latin America”, publicado en el Journal of World-Systems Research (Vol. 24 Issue 1), explica que la NED y la USAID trabajaron activamente para desestabilizar a gobiernos de “izquierda”. En base a entrevistas que realizó a personas que trabajaron en NED y USAID, a exembajadores en países latinoamericanos y a miembros del Departamento de Estado, Timothy Gill afirma que, para cumplir con esa misión desestabilizadora, financiaron y proporcionaron asistencia técnica a ONG ’s y partidos de la oposición.

En esta transición desde medios coercitivos hacia otros nuevos del tipo consensual, la NED y sus instituciones afiliadas ocuparon un rol protagónico.

  1. La USAID, Agencia de los EEUU para el Desarrollo Internacional, creada en 1961 inicialmente para brindar ayuda económica, ahora también proporciona respaldo político en varias regiones del mundo. Es la institución encargada de distribuir la mayoría de la ayuda exterior de carácter no militar. Es un organismo independiente, aunque responde a los objetivos estratégicos del Departamento de Estado. Declara explícitamente que se dedica a ayudar a “los países en transición a la democracia y a fortalecer las instituciones democráticas, aprovechando los momentos críticos para expandir la libertad y la oportunidad”. Aunque oficialmente no lo reconocen trabaja estrechamente con la CIA, y apoya a fuerzas políticas opositoras de gobiernos latinoamericanos que no se alinean con los intereses estadounidenses.
  2. La NED, Fundación Nacional para la Democracia, fundada en 1983, cuyos objetivos explícitos son el debilitamiento de los gobiernos que se opongan a los intereses de EEUU. A partir de la NED se comenzó a institucionalizar uno de los canales fundamentales de la participación e intervención de la política exterior estadounidense en los asuntos internos de otros países.
  3. La OTI, Office for Transition Initiative El gobierno de EE. UU. también ha establecido un grupo que promueve la democracia en zonas del mundo devastadas por la guerra y altamente inestables: cuyo propósito es ayudar a los países a “hacer la transición del autoritarismo a la democracia, de la violencia a la paz, o después de una paz frágil”, al proporcionar “asistencia rápida, flexible y de corto plazo dirigida a las necesidades clave de la transición política y estabilización”.
  4. El DRL, Bureau of Democracy, Human Rights, and Labor, su propósito es "la ayuda a reforzar las instituciones democráticas, confrontar el retroceso democrático, promover la rendición de cuentas, defender los estándares laborales reconocidos internacionalmente y promover los derechos y la equidad de los miembros de comunidades raciales, étnicas y religiosas marginadas, personas indígenas, personas con discapacidades y personas LGBTQI+."
  5. Atlas Network, Atlas Economic Research Foundation, red de think tanks financiada por el Departamento de Estado estadounidense y la NED con más de 450 think tanks asociados en 90 países es un ejemplo claro de difusión de dicha teoría desde su fundación en 1981.

La NED en Argentina

La Ned, con oficinas en Buenos Aires, (Sánchez de Bustamante 191, 1° piso, oficina G) ofrece un programa de subvenciones a las organizaciones no gubernamentales, cuyo objetivo principal es financiar aquellos proyectos que promocionen el "respeto de los derechos humanos y la democracia".

Entre las organizaciones no gubernamentales financiadas señalamos las siguientes:

🔸La RACI, Red Argentina para la Cooperación Internacional, dependiente de la NED, forma parte de una red multitemática que nuclea a más de 150 OCS (Organizaciones de la Sociedad Civil) en Argentina

Ejemplos de las Convocatorias y Recursos de la RACI:

The 2023 WISE Awards cuyo objetivo principal es ayudar a construir una red de creadores de cambios reconocidos para inspirar la transformación y la innovación en la educación Beca de Jóvenes en Desarrollo cuyo objetivo principal es promover el cambio social.

Gender Reveal Grant & Mutual Aid Programs cuyo objetivo principal es beneficiar a artistas trans y activistas de color.

Concurso Buenas prácticas de la Sociedad Civil del MERCOSUR en Accesibilidad Audiovisual cuyo objetivo principal es destacar aquellas acciones que mejoren la calidad de vida, la democratización de la cultura y el acceso a los contenidos audiovisuales de la región para todas las personas con y sin discapacidades.

🔸Fundación CADAL, base de operaciones anticastrista, se instaló en el país durante el gobierno de Duhalde, recibe financiamientos declarados de la NED, la Red Atlas Network y el Directorio Democrático Cubano, actualmente su misión es "promover los derechos humanos y la solidaridad democrática internacional."

🔸RAP,  Red de Acción Política,  think tank "argentino" financiado por la NED en que convergen figuras políticas de primer nivel, con el objetivo de "propiciar una mejora en la calidad de la democracia argentina fortaleciendo a la dirigencia política". En diciembre 2007 cuatro políticos RAP son electos Gobernadores. En 2010 organiza un Simposio

público-privado sobre Argentina en la Escuela Kennedy de Gobierno de la Universidad de Harvard. Participan Políticos RAP y dirigentes del sector empresario, académico y de la sociedad civil argentinas.

En 2013 comienza el proyecto “Nuestra cancha”, una nueva iniciativa de RAP que tiene como objetivo generar "un ámbito de reflexión sobre cuáles debieran ser los valores, las conductas y las reglas de juego necesarias para propiciar un cambio de la cultura política y sobre cómo podrían estas ser impulsadas desde la comunidad."

🔸Asociación Civil Cronos financiada por la NED, creó las revistas "Anfibia" y "Cosecha Roja". El 3 de agosto la Agencia Paco Urondo publicó un artículo de Santiago Gómez que señalaba que la NED pagó u$s 80.000 al grupo Cronos para financiar la publicación de artículos que cubran “la violencia y crisis en la pandemia Covid-19” en Cuba. El grupo Cronos también mantiene vínculos con la Open Society Fundation, creada por George Soros.

Con estos materiales se sobreentiende que el objetivo último de EE. UU. para América Latina es de hacerla segura y permeable para el capitalismo, vía puertas abiertas y fronteras cerradas. Es decir, economías basadas en políticas de libre mercado que reciban y protejan el capital trasnacional, con fronteras que garanticen la seguridad y soberanía de los Estados. Los medios tradicionalmente usados son las inyecciones de capital norteamericano a los países latinoamericanos, ya sea a partir de inversiones o de ayuda para el desarrollo, para desarrollar influencia y moldear el proceso de acumulación de capital local. Un ejemplo histórico que da cuenta de esta estrategia es la Alianza Para el Progreso llevada a cabo por el presidente norteamericano John F. Kennedy en la década de los 60.

Años 80, la poliarquía.

En el período entre 1961 y 1970 EE. UU. había impulsado La Alianza para el Progreso, programa de ayuda económica, política y social para América Latina. Se proyectó una inversión de 20.000 millones de dólares. Sus fuentes financieras fueron los EEUU por medio de sus agencias de ayuda, las agencias financieras multilaterales (BID y otros) y el sector privado canalizados a través de la Fundación Panamericana de Desarrollo como parte de esta definición de democracia a las economías orientadas a las políticas de libre mercado.

Un nuevo proyecto ideológico comenzó a complementar la estrategia estadounidense a partir de los 80. La promoción de la democracia es una herramienta empleada por Washington para perseguir su hegemonía a lo largo del continente. Es de vital importancia comprender que cuando se habla de la promoción de la democracia desde EE. UU., se está pensando en un tipo particular de democracia, la "poliarquía", conocida también como una democracia de baja intensidad: un sistema en el cual en realidad gobierna un grupo reducido, en donde la participación de las masas en el sistema electoral está cuidadosamente manejada por élites en competencia.

En resumen, la poliarquía significa que la legitimidad democrática deriva de los propios procesos considerados como democráticos antes que, de las posibilidades de un progreso social, por lo tanto, las esferas políticas y económicas son consideradas como separadas y relacionadas con la democracia solo de manera externa. En los sistemas poliárquicos, la dominación cultural y de recursos materiales de una elite económica por sobre los demás espectros sociales puede convivir con las desigualdades económicas y sociales dentro de la población.

El propósito de la promoción de la democracia desde la perspectiva norteamericana es penetrar y conquistar a la sociedad civil en los países en los que se despliega. El conjunto de organizaciones, partidos políticos, uniones de trabajo y medios de comunicación a los que usualmente están apuntados los programas relativos a la promoción democrática, forman parte del conjunto de clases subordinadas a las que se intenta cooptar al orden hegemónico social de naturaleza transnacional.

Con su creación en la década de los 80, la NED fue una pieza fundamental en la construcción de una hegemonía acorde a los intereses estratégicos del gobierno y de las corporaciones estadounidenses. Su carácter de organización no gubernamental permite su actuación en locaciones donde se presentan situaciones políticamente sensibles para el accionar del propio gobierno de los EE. UU., evitándole comprometerse en misiones diplomática o políticamente inviables. La NED permite desarrollar políticas que en situaciones normales serían impedidas por los principios de soberanía y no intervención.

Esta “diplomacia” efectuada por la NED es un elemento potencialmente útil para la política exterior norteamericana. A la hora de analizar el accionar de la NED en un país determinado, resulta difícil determinar de qué manera se articulan sus actividades con las particularidades de dicho país, teniendo en cuenta complejidades y diversidades, además de los conflictos y las divergencias internas. Sobre todo, teniendo en cuenta la falta de información que se provee a la opinión pública en general sobre los programas y proyectos llevados a cabo en dicho país. Lo que sí queda claro es que no se debe subestimar su alcance y sus posibilidades de actuar dentro de una sociedad civil políticamente polarizada.

La implantación

De un sistema en el cual un pequeño grupo está al mando, y la participación de las masas en la toma de decisiones se limita a escoger a los líderes en elecciones cuidadosamente manejadas por élites que compiten entre ellas. Éste, por supuesto, es el sistema vigente en los EE. UU. para con Latinoamérica.

El concepto de poliarquía es una extensión de las teorías del elitismo, desarrolladas hacia inicios del siglo XX, para refutar la definición clásica de democracia como poder o dominio (cratos) por el pueblo (demos). Ampliando la teoría de elitismo anterior, que abogaba por una élite "ilustrada" que gobierne en nombre de las masas ignorantes e imprevisibles, una nueva redefinición de la democracia poliárquica se desarrolló entre los círculos académicos estadounidenses cercanos a la comunidad política. Los diseñadores de políticas de EE. UU. citan a menudo la redefinición de democracia propuesta por Joseph Schumpeter en su estudio clásico de 1942, "Capitalismo, Socialismo y Democracia." Schumpeter abogó por una teoría distinta de la democracia, como los "arreglos institucionales" para que las élites adquieran poder "por medio de una lucha competitiva por el voto" del pueblo. «La democracia sólo significa que las personas tengan la oportunidad de aceptar o rechazar a los hombres que los gobernarán"» explicó Schumpeter. Esta concepción es la que ha guiado la política exterior estadounidense. Este tipo de "democracia de baja intensidad" no involucra el poder (cratos) del pueblo (demos); mucho menos pone fin a la dominación de clase que crece exponencialmente bajo la economía global.

Lo que Washington denomina "democracia" se ha convertido en un imperativo funcional de la globalización capitalista. La nueva élite transnacional construyó e impulsó el paradigma de "mercados libres y democracia", que se volvió hegemónico.

Dicha promoción está destinada a asegurar un mundo disponible y seguro para el capitalismo global, al crear las condiciones más propicias alrededor del mundo para el funcionamiento sin trabas del nuevo sistema global de producción y finanzas.

 

1. Smith, Neil (1984): "Uneven Development: Nature, Capital, and the Production of Space  https://www.cambridge.org/core/journals/american-political-science-review/article/abs/uneven-development-nature-capital-and-the-production-of-space-by-neil-smith-oxford-basil-blackwell-1984-xv-198-p-3495-cloth-1195-paper/ED2CB065F21C83C146AD4DE8E86D9621

Categorías: Orden mundial EE.UU. Internacional

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